La visita de un receptor judicial puede causar preocupación, sobre todo si no sabes qué hacer o cómo actuar. Pero mantener la calma y entender el proceso es clave para proteger los intereses de tu empresa.
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¿Qué significa ser un receptor judicial?
Es un funcionario autorizado por los tribunales. Su función es notificar demandas, embargos u otras resoluciones judiciales. No es un cobrador ni un funcionario del SII. Su rol es cumplir una orden del juez y dejar constancia de que la empresa ha sido informada.
Si llega un receptor judicial:
1. Lo primero es solicitar su identificación. Debe mostrar su credencial y la resolución que lo autoriza a actuar.
2. Luego, es importante leer con atención el documento que entrega. Este papel puede ser una notificación de demanda, una orden de embargo o una citación. Nunca firmes sin revisar el contenido ni entregues información adicional sin comprender lo que se está notificando.
3. Contacta a un abogado. Él podrá revisar la demanda o la orden y orientarte sobre los plazos para responder. En muchos casos, existen opciones para defenderse, negociar o incluso detener un embargo si se actúa a tiempo.
También es importante mantener la comunicación interna. Informa a los socios o encargados financieros para que tomen decisiones rápidas y coordinadas. Evita ocultar bienes o documentos, ya que eso puede agravar la situación legal.

En resumen
La llegada de un receptor judicial no significa que todo esté perdido.
Es un aviso de que existe una acción judicial y, por lo tanto, una oportunidad para regularizar la situación. Con asesoría legal y una respuesta rápida, tu empresa puede enfrentar el proceso de manera ordenada y con menos riesgos.
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